El primer panel solar «invisible»

Una joven física española sorprende al mundo con un desarrollo inspirado en la naturaleza

Una joven investigadora española ha dado un paso clave hacia el futuro de la energía solar con una innovación que combina ciencia, sostenibilidad y belleza natural. Se trata de Cristina L. Pinto, física navarra de 27 años, que ha desarrollado el primer panel solar invisible y autolimpiante, inspirado en las alas de una mariposa y en las hojas de loto. Su hallazgo no solo ha causado impacto en el ámbito científico y tecnológico, sino que, además, podría cambiar radicalmente la eficiencia, el diseño y el mantenimiento de los paneles solares tal como los conocemos.

El vidrio desarrollado por Cristina se distingue por estar cubierto con una nanoestructura que lo vuelve hidrofóbico, es decir, repele el agua y facilita que las gotas arrastren la suciedad que se acumula en su superficie. La idea se basa en observar cómo actúan ciertos elementos de la naturaleza: las hojas de loto, conocidas por su capacidad de mantenerse limpias incluso en ambientes sucios, y las alas de la mariposa Greta Oto, cuyos patrones nanoscópicos les otorgan transparencia sin perder resistencia.

«Me inspiro mucho en la naturaleza», explicó la científica, quien actualmente desarrolla su trabajo en el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER) y realiza su doctorado en la Universidad Pública de Navarra. En sus palabras, el objetivo es «crear una tecnología limpia, barata, invisible y eficiente».

Este avance no se limita a una cuestión estética. En las pruebas de laboratorio, el vidrio mostró resultados más que prometedores: aumenta la eficiencia de los paneles solares entre un 10% y un 15% al reducir la suciedad acumulada y la temperatura del panel en hasta 2,5 grados centígrados. Además, es más resistente al desgaste, perdiendo solo un 1% de su capacidad de transmisión de luz tras 500 ciclos de abrasión, mientras que los recubrimientos comerciales actuales pierden entre un 2,5% y un 3%.

La tecnología representa también una mejora en términos de sostenibilidad, al reducir la necesidad de limpieza manual, que actualmente implica consumo de agua, productos químicos y personal especializado, sobre todo en grandes instalaciones fotovoltaicas.

Actualmente, uno de los mayores desafíos es escalar esta innovación a nivel industrial. Por ahora, el vidrio solo puede producirse en módulos de 20 x 20 centímetros, lo que limita su aplicación comercial inmediata. «Necesitamos una línea de fabricación que permita escalar este tipo de recubrimientos y hacerlos compatibles con paneles solares de tamaño estándar», señaló. Sin embargo, su equipo ya está trabajando con empresas para explorar las vías de industrialización de esta tecnología.

El desarrollo llega en un momento clave para el sector energético en España. El país se encuentra entre los líderes mundiales en penetración de energía solar, con un 21,1% de su electricidad generada por esta fuente, superando a países como Países Bajos o Chile. Este tipo de avances pueden consolidar aún más esa posición, ofreciendo paneles más eficientes, sostenibles y con un diseño casi invisible que se adapta mejor a entornos urbanos y arquitectónicos.

El panel solar «invisible» de Cristina L. Pinto es un ejemplo inspirador de cómo la investigación científica, la observación de la naturaleza y el desarrollo tecnológico pueden converger para ofrecer soluciones a los desafíos energéticos del presente y el futuro. Su historia también refuerza el papel clave de las mujeres jóvenes en campos tradicionalmente dominados por hombres, y su proyecto ya ha comenzado a despertar el interés de empresas, universidades y centros de innovación en Europa y América Latina.

 

VER TODAS LAS NOTAS DE VIDRIOTECNIA 194 aquí

  • Auspician esta revista:

     

     

  • ____________

  • ____________

  • ____________

  • ____________

  • Conocé la historia de Agustin