La familia Pugliese y su impacto duradero en la industria vidriera
Desde sus humildes inicios en 1936, la familia Pugliese ha tejido una historia de éxito en la industria del vidrio en Mar del Plata. A través de generaciones, han demostrado perseverancia y pasión, dejando una huella duradera en la ciudad y en la evolución de la industria. Conoce cómo esta familia ha enfrentado desafíos y ha construido un legado que brilla con dedicación y espíritu emprendedor
En nuestro fascinante sector industrial del vidrio, una característica notable es la preponderancia de empresas familiares que han perdurado a lo largo del tiempo. La tradición arraigada en las generaciones ha sido un pilar fundamental en muchas de estas compañías, permitiéndoles mantenerse firmes y adaptarse a las cambiantes dinámicas de la industria. Una historia que ejemplifica este legado es la de la familia Pugliese de Mar del Plata, cuyo nombre ha resonado durante generaciones en la industria del vidrio, trazando una trayectoria impecable desde sus humildes inicios en 1936. Actualmente, es una de las empresas más antiguas de nuestro sector. Ha recorrido un largo camino desde sus inicios, pasando por varias generaciones y adaptándose a los cambios en la industria del vidrio. Su contribución a obras importantes en la ciudad es un reflejo de su éxito y dedicación a lo largo de los años. Acompáñennos a descubrir más sobre su historia.
La narrativa de la familia Pugliese comienza con la llegada a Buenos Aires de Miguel Pugliese, proveniente de la región de Calabria en 1921. Al abrazar la oportunidad en el ámbito del vidrio, Miguel se destacó como hábil biselador y fabricante de espejos, marcando así sus primeros pasos en un mundo que se convertiría en su pasión. Un giro inesperado llegó cuando Miguel exploró Mar del Plata durante un verano, encontrando un mercado de vidrierías limitado en la ciudad costera. Este descubrimiento no solo consolidó su amor por el vidrio, sino que también avivó el deseo de ofrecer su experiencia en un lugar con un potencial aún sin explotar. De regreso a Buenos Aires entusiasmó a su hermano menor y emprendieron la aventura marplatense.
En 1936, la familia Pugliese tomó el valiente paso de establecer su propio negocio de vidrio en Mar del Plata, instalándose en un galpón en la avenida Luro. Las instalaciones, diseñadas para brindar una atención integral en el rubro, demostraron ser el trampolín que la familia necesitaba para iniciar su exitoso viaje. A medida que el tiempo pasaba la empresa crecía, y así fue como se convirtieron en distribuidores de VASA en la década de 1950, un cambio que los impulsó a mudarse a una sede más amplia en la avenida Colón.
La siguiente generación entró en escena a fines de la década de 1950, con Rodolfo Pugliese, hijo de Miguel, uniéndose a la empresa. Sin embargo, como suele ocurrir en la vida empresarial, los caminos se bifurcaron, y Rodolfo continuó con su padre dando lugar a la creación de A. Rodolfo Pugliese y Cia. S. R. L.
A medida que la compañía evolucionaba, la tercera generación, personificada en las hijas de Rodolfo, Mercedes, Virginia y Julia, asumió roles de liderazgo y responsabilidades dentro de la empresa. La entrada en la producción de Float por parte de VASA en 1989 marcó un hito significativo. Esta innovadora tecnología trajo consigo una serie de desafíos que la familia Pugliese abordó con determinación. Incorporando mesas de corte automáticas, instalaciones de almacenamiento y vehículos especializados para manejar el nuevo material.
A comienzos del 2000, y acompañando la tendencia del mercado, iniciaron la fabricación de DVH con tecnología warm edge, convirtiéndose en proveedores de carpinterías, vidrierías y empresas constructoras. Para apuntalar todo este proceso tuvieron que incorporar tanto equipamiento como personal calificado y comprometido.
Actualmente, la empresa cuenta con mesas de corte para vidrio monolítico y laminado, cargadora automática, pulidora rectilínea, lavadora vertical y prensas de DVH, todas con tecnología italiana. También cuentan con vehículos de distinto porte que les permiten realizar las entregas tanto en la ciudad como en la zona.
En una entrevista con Vidriotecnia, Virginia Pugliese compartió su enfoque sobre capital humano de la empresa y la actualidad sobre el mundo del vidrio.
En cuanto a nuestro capital humano, contamos con un excelente plantel. Muchos tienen varios años trabajando con nosotros. La capacitación del personal es permanente, lo que les permite estar actualizados sobre los procesos de fabricación, como así también sobre el trabajo seguro y responsable en todas las áreas.
En la actualidad, el vidrio ha dejado de ser un elemento casi secundario en los proyectos y obras, para convertirse en un elemento de gran importancia cuando se aborda el tema del ahorro energético, la seguridad, el confort, etc., y eso es gracias a la existencia actual de vidrios laminados, de control solar o reflectivos que, en las distintas combinaciones –ya sean solos o en DVH– permiten múltiples opciones, algo que no se disponía años atrás. Esto nos ha permitido directa o indirectamente, a través de nuestros clientes, estar presentes en muchas de las obras más representativas de la ciudad.
Pero no todo ha sido lineal y previsible en el transcurso de estos 87 años en la actividad. A los constantes cambios de tendencia que reclamaba el mercado, hubo que sortear también las alteraciones de todo tipo que se iban presentando en nuestro país. En ambos casos se fueron superando con esfuerzo, responsabilidad y mucha cautela en las decisiones a tomar.
Hoy encontramos a nuestra empresa plenamente consolidada en el rubro, respetada por nuestros clientes y colegas, y eso nos alienta a reforzar la dedicación que exige diariamente el cumplimiento de nuestras metas y obligaciones.
En un mundo donde la industria del vidrio refleja la evolución y la constante adaptación, la historia de la familia Pugliese resplandece como un testimonio de perseverancia y dedicación. Los vínculos familiares tejidos con el arte del vidrio demuestran que, a través del tiempo y las vicisitudes, el espíritu emprendedor y la pasión por el oficio pueden trascender, dejando una huella imborrable en la industria vidriera y en la historia misma de Mar del Plata.
¡Felicitaciones a la familia Pugliese por su sólida trayectoria en el sector!
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