¿Cuál será el rol del vidrio en el futuro de la construcción sustentable?
En una conversación a fondo, Mario Sei, de ESARQ nos cuenta los desafíos de las buenas prácticas para una tipo de construcción más amigable con el medio ambiente
En un mundo en el que la
importancia del ahorro energético y el cuidado del planeta han tomado un
significativo protagonismo, la certificación LEED, o al menos las buenas
prácticas que establece este sistema de certificaciones desarrollado por el
Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos (US Green Building Council),
parece ser el camino a tomar como ejemplo por muchos estudios de arquitectura.
Para poder tratar este tema con propiedad,
decidimos acercarnos a ESARQ. Estamos hablando de un estudio que ya cuenta con
10 edificios certificados en distintos puntos del país. Allí nos recibió el
arquitecto gerente de obra de ESARQ y LEED Green Associate, Mario Sei.
Compartimos la conversación que tuvimos con él.
Mario, ¿cómo sentís que aporta el vidrio a la eficiencia energética y qué resuelve?
Desde hace años el mundo de la envolvente ha
adquirido un enorme protagonismo y responsabilidad en términos de conseguir edificios
eficientes energéticamente. Los elementos que componen la fachada interpretan
aquí un papel determinante y el vidrio, posiblemente, sea el que tiene un
comportamiento más influyente.
Yo creo que la definición pasa por conseguir el
diseño que necesitamos de la forma energéticamente menos costosa. Ahí debemos
incluir el uso y el origen. Finalmente, se trata de ver cómo se comporta el
edificio y aquí podríamos hablar del análisis del ciclo de vida. Cada una de
las partes implicadas debe contribuir a que todo obtenga esos resultados de
eficiencia.
En los últimos años, esta búsqueda de eficiencia
energética ha ido incrementando, de manera que no solo se busca el rendimiento
a la ganancia, sino minimizar el consumo de energía, buscando fuentes naturales
que contribuyan a reducir ese consumo energético.
Para conseguir esto, el diseño es fundamental; es
la parte más difícil, porque hay que tener en cuenta el conjunto, cómo utilizás
los distintos materiales, el uso estratégico que estos tienen en la
construcción y los resultados que van a proporcionar en cuanto a sostenibilidad
y confortabilidad.
El vidrio es 100% reciclable, incluso el de capas.
Eso no quiere decir que vuelva a convertirse en el mismo producto, sino que se
destina a otros, porque para hacer lanas de roca o lanas de vidrio, vidrio
celular o incluso asfalto, se emplea vidrio. En los procesos productivos del
vidrio, hasta que llega al edificio, sí se recupera todo el vidrio.
¿Cuáles podrían ser las mejoras que le podrías
pedir al vidrio en relación a la eficiencia energética?
Desde el punto de vista del fabricante, la
evolución del vidrio ha sido extraordinaria. Yo llevo trabajando 30 años y en
este último período ha habido un cambio espectacular. Hay productos que aún
tienen que madurar más para hacerse de uso masivo. Hay vidrios tecnológicos con
unas prestaciones espectaculares y tendrán que ir evolucionando.
Estoy seguro de que la industria del vidrio va a
seguir aportando nuevos productos cada año y que estos brindarán, aparte de
mayor seguridad y aislación acústica, mejores prestaciones en el aspecto
energético, porque esa es la principal preocupación ahora mismo, la energía en
todas sus versiones: aislamiento térmico, control solar, luz natural…
En ese sentido, como sucede en la piel de los
humanos o animales, la evolución pasa a ser algo dinámico. Es decir, el
dinamismo de la evolución hace que la piel se vaya adaptando a los cambios
climáticos. En esa misma línea, la tecnología le aporta ese dinamismo al vidrio
para que se vaya adaptando a las necesidades de la sociedad moderna.
¿Qué atributo buscás en el vidrio al armar tus
proyectos?
Eficiencia energética, vidrios de seguridad, color,
apariencia y bajo mantenimiento. Igualmente, la evolución del vidrio ya existe.
Posiblemente, en el futuro pase a ser «inteligente» o «smart» como se suele denominar actualmente.
¿Por qué no conseguir que los vidrios de nuestras
ventanas, mediante una aplicación en nuestros teléfonos o nuestras tabletas,
nos proporcionen información del consumo que estamos teniendo por esa ventana?
Eso nos permitirá actuar subiendo o bajando las persianas o la temperatura de
la calefacción. O en el mismo vidrio un mensaje nos indicará los valores de
temperatura, consumo, etc. Eso lo tendremos en nuestros edificios de aquí a un
tiempo.
No hay muchos edificios con certificación LEED en
el país. ¿Considerás que esto es algo que incrementará en los próximos años?
Sin ninguna duda, las estadísticas muestran un
claro crecimiento en los últimos años en el país y esta tendencia es reflejada
también en otros países de la región como Chile y Brasil. Nosotros en ESARQ
hemos desarrollado edificios sustentables en todo el país y logramos el Índice
de Construcción Sustentable M2 que cumple siete años.
El indicador constituye un parámetro fehaciente de
la evolución de los costos para la construcción verde. Al respecto, el índice
fue elaborado sobre la base de expertise
del estudio en arquitectura sustentable, avalado por más de 30 años de
trayectoria y 18 proyectos LEED en todo el país. Este recorrido nos ha
permitido analizar los diversos aspectos involucrados en la materialización de
las obras (específicamente los componentes sustentables) para trazar su
evolución.
Desde hace siete años el equipo profesional del
estudio recopila los datos de la actividad y los procesa sistemáticamente en
una matriz de costos con información provista por distintas fuentes que son
referentes en construcción sustentable.
Como parte de esta metodología, se desarrolló un
modelo de edificio de oficinas corporativas LEED Silver de 4000 m2,
ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, que es costeado mensualmente y cuya
variación se expresa en pesos y dólares.
El índice está disponible en nuestro sitio web, en
donde además tenés la posibilidad de suscribirte para recibirlo periódicamente
en tu mail[1].
Me gustaría que me definas cómo es el proceso de
certificación LEED. También cambios o sugerencias que puedan acelerar procesos.
En primer lugar, se puede decir que el proceso se
trata de buenas prácticas y de un análisis metodológico de las mismas durante
todos los procesos, desde el proyecto hasta la puesta en marcha de un edificio.
Y en lo que respecta a cambios, hay un futuro muy
cercano que es el de la directiva Nearly Zero Energy Buildings (NZEB),
edificios de consumo energético casi nulo.
El hecho de que hoy en día un edificio de
prestaciones magníficas prácticamente no necesite estar conectado es algo que
debe conocerse. Esto seguramente va a cambiar la formación de los futuros
profesionales.
De los catedráticos a cargo de dar la materia en
las universidades, prácticamente nadie sabe qué es un NZEB. Estamos formando
alumnos en una carrera de arquitectura con perspectivas puestas en lo que se
construía hace 20 o 25 años.
Me parece que hay una oportunidad que no se puede
desperdiciar y el sector de la arquitectura debería posicionarse claramente al
respecto. Es la única manera de diferenciarse porque eso genera un tipo de
edificio diferente y, por lo tanto, un modelo de barrio y ciudad diferente.
En ese modelo de edificios, el mundo del
cerramiento tiene mucho para aportar, porque la gestión de la permeabilidad, de
la captación, del aislamiento o de la condición cambiante de respuesta al
entorno es absolutamente imprescindible.
Obviamente, uno siempre busca obtener la mejor
calificación, pero muchas veces eso no puede ocurrir por distintas razones.
¿Cuáles son para vos los puntos más importantes en la calificación LEED?
Un 26% de todas las pérdidas de calor en los
edificios se producen por las ventanas o las fachadas. La instalación de vidrio
de alta eficiencia energética ayuda a ahorrar dinero en las facturas de
calefacción si se compara con ventanas de doble acristalamiento tradicionales.
Las soluciones de vidrio de ahorro de alta
eficiencia energética utilizan capas con tecnología avanzada que reducen los
intercambios energéticos entre el interior y el exterior del espacio protegido,
evitando que el calor generado por calefacción se escape por las ventanas. Además,
permite aportes de iluminación natural y ganancias térmicas por soleamiento,
calentando los espacios y contribuyendo a la eficiencia energética de su
vivienda. Esto supone una reducción del importe de las facturas de energía respecto
a las ventanas tradicionales.
Pensemos que pasamos un 90% de nuestro tiempo en
espacios interiores, por lo que es importante crear ambientes confortables. Un
edificio con eficiencia energética significa: mejorar el confort interior, ahorrar
en las facturas de energía, respirar aire saludable, fresco y limpio y reducir
los problemas de humedad (moho, fugas, condensación), entre otras cosas.
Tener un edificio con eficiencia energética gracias
a su acristalamiento también significa más luz natural y menos luz artificial,
que brinda beneficios para la salud.
El ahorro energético puede conseguirse con vidrio
aislante térmicamente, que también puede combinarse con otros productos para
acristalamientos con propiedades multifuncionales como vidrios de bajo
mantenimiento, control solar, de atenuación acústica, impresos y de mayor
seguridad y protección para aumentar la comodidad y el bienestar.
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